Sin remedio.
Como dice Ángel G, irremediablemente no quererte y no amarte.
Estos poemas los desencadenaste tú,
como se desencadena el viento,
sin saber hacia dónde ni por qué.
Son dones del azar o del destino,
que a veces la soledad arremolina o barre;
nada más que palabras que se encuentran,
que se atraen y se juntan irremediablemente,
y hacen un ruido melodioso o triste,
lo mismo que dos cuerpos que se aman. (Ángel González)
jueves, 11 de marzo de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
me encanta, me encanta, me encanta!!!
ResponderEliminar