lunes, 21 de septiembre de 2009





Pienso en la orilla, en las olas…. Aunque sea esperando a que sean las cuatro leyendo a pleno sol en diciembre. Oliendo a mar. Cómo puede ser que los dos años tiren tanto a recordar esas sensaciones de tremenda humedad, de cambios de humor, de soledad, incluso del absurdo que es vivir entre tanta absurdez (aunque me repita).

Y ahora viviendo entre mis orígenes, montañas, carácter :-( echo de menos mirar al infinito embobado en lo grande que es EL.

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